WASHINGTON (AP) — El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, acabó el miércoles con las especulaciones sobre que la primera dama, Michelle Obama, pudiera optar un día al cargo.
"Michelle nunca se presentará a las elecciones", dijo este mes en una entrevista con el editor de Rolling Stone, Jann Wenner, al día siguiente de las elecciones.
"Es la persona con más talento que conozco. Se puede ver la increíble repercusión que tiene con el pueblo estadounidense. Pero yo bromeo con que es demasiado sensata como para querer meterse en política", comentó Obama.
En la entrevista, publicada el martes en internet, Obama también dijo que cuando deje el cargo en enero, su esposa y él seguirán "siendo muy activos" en su creencia de que "cuando trabajas con la gente sobre el terreno al nivel de bases, se producen cambios".
El estreno de Billy Budd de Benjamin Britten en Madrid marca, sin duda alguna, uno de los grandes acontecimientos del Bicentenario del Teatro Real.
Su magnífico libreto basado en la obra homónima de Herman Melville, traslada la acción a un barco de la armada inglesa para contarnos la historia de marinero Billy Budd: un joven bello, leal, generoso, fuerte, ingenuo y bondadoso que logra desquiciar con su belleza y personalidad al capitán del navío, quien es incapaz de canalizar la situación, y crucifica al ingenuo sin miramientos.
Esta nueva producción del Teatro Real, en coproducción con la Opéra national de Paris, con puesta en escena de la reputada Deborah Warner, promete ser una experiencia inolvidable.
Punto de partida
“¿Qué es lo que he hecho?”, se interroga el capitán Edward Fairfax Vere, antaño al mando del navío Indomable. Del cuestionamiento de un hombre ahora anciano nace evocada, en forma de flashback, la historia de Billy Budd, joven marino cuya hermosura despierta una atracción insoportable en Claggart, el maestro de armas que lo alista para luego destruirlo por no poderlo amar. A bordo de un barco asfixiante, Benjamin Britten se adentra en el tema de la inocencia frente a un mundo hostil en el que se crucifica al ingenuo sin miramientos. Ni siquiera Vere actúa para evitar la tragedia, a pesar de ser plenamente consciente de la injusticia que se vive bajo su mando. Contención y derroche de emociones se entrelazan y se niegan mutuamente en una historia ambigua y con final abierto. Herman Melville moriría dejando incompleta una de sus obras más introspectivas, pero su talento para teñir acontecimientos aparentemente mundanos de una dimensión perturbadora encontraría un aliado perfecto en la capacidad de Britten para poner música a lo más profundo de la psique humana. El estreno de Billy Budd en nuestro país marca sin duda alguna uno de los grandes acontecimientos del Bicentenario del Teatro Real.
Lo esencial
'Billy Budd'
Ópera en dos actos
Música de Benjamin Britten (1913-1976)
Libreto de Edward Morgan Foster y Eric Crozier, basado en la obra Billy Budd, deHerman Melville Estrenada en la Royal Opera House Covent Garden de Londres, el 1 de diciembre de 1951 (primera versión) y el 9 de enero de 1964 (versión revisada).
Estreno en el Teatro Real
Nueva producción del Teatro Real, en coproducción con la Opéra national de Paris
Sin el giro de Pirelli de 180 grados en su famoso calendario del año pasado, en el que hizo de la desnudez algo secundario, Peter Lindbergh no sería probablemente el responsable de firmar la nueva entrega de este famoso y ya legendario almanaque. El reconocido fotógrafo ha convertido el exclusivo The Cal 2017, presentado este martes en París, en un “alegato contra el ideal de belleza de hoy, que es una invención comercial”. Y eso que Lindbergh (Lissa, Alemania, 1944) fue hace tres décadas uno de los artífices de la creación de las supermodelos. “El rol de los fotógrafos de moda de hoy es que tenemos que liberar a las mujeres, y a todos, del terror de la perfección y la juventud”, sentencia al hablar sobre un calendario al que ha puesto por título Emotional.
“En una época en la que a las mujeres se les representa como embajadoras de la belleza y la perfección, he pensado que era importante recordar que existe una belleza diferente, más real y auténtica, no manipulada por la publicidad ni por nada”, explica el autor. En lo primero que él se fija es en sus ojos y en su cara porque, dice, ha visto cuerpos tan perfectos en sus más de 30 años de profesión que ya ha perdido interés en ellos. A él ya no le parece sexi fotografiarmodelos esculturales en bikini.
Para representar su ideal de mujer en el tercer calendario que firma para Pirelli (tras los de 1996 y 2002, además también hizo la foto de su 50º aniversario) ha involucrado a 14 de las actrices más admiradas de Hollywood. Aunque parezca contradictorio con su mensaje contar con estrellas a las que medio mundo imita y el otro medio envidia, la cuestión quizá es que a ellas él las llama amigas. “Para mí no hay diferencia. Son todas como una sola persona en un calendario”. "Las admiro por lo que hacen, por cómo son, por cómo conectan con la gente", aseguraba este martes Lindbergh ante tres de sus protagonistas.
"El poder femenino luce como nosotras en el calendario", aseguraba en la rueda de prensa Helen Mirren, quien a su llegada a la sesión de fotos se esperaba poder lucir labios rojos, ojos marcados con maquillaje y un look más agresivo siguiendo el estilo del calendario. "Estamos acostumbrados a imágenes y localizaciones espectaculares… y aquí vamos a lo contrario de eso. Vamos a encontrar lo increíble en algo simple y humano". "Es uno de los mejores fotógrafos que captan a las mujeres", concede a Lindbergh la también actriz Robin Wright en el vídeo del making of del calendario.
Junto a Mirren también quisieron acompañar al fotógrafo en París Nicole Kidmany Uma Thurman. "También es importante para los niños pequeños ver a su madre crecer, ganar años y estar cómoda con eso", reflexionaba ante decenas de periodistas la protagonista de Kill Bill, asegurando que el mayor reto de la mujer, joven o con más edad, es aceptarse a sí misma. Quizá con esa misma idea, y para reflejar el paso del tiempo, la también actriz Kate Winslet le pidió expresamente a Lindbergh que fotografiara sus manos en un primer plano.
Rubias, morenas, pelirrojas, jóvenes y no tan jóvenes, a quienes les une el talento (“es lo más sexy que hay”, justifica Lindbergh). A Nicole Kidman, Helen Mirren y Uma Thurman se unen Jessica Chastain, Penélope Cruz, Rooney Mara, Julianne Moore, Lupita Nyong’o, Léa Seydoux, Charlotte Rampling, Alicia Vikander, Kate Winslet, Robin Wright y Zhang Ziyi en una serie de retratos en blanco y negro hasta completar las 40 fotografías de las que consta este año el calendario. Creado en 1964, la edición número 43 del también conocido como The Cal ya es un objeto de coleccionista para muchos pues estos jamás salen a la venta (subastas onlineaparte). La mayoría de ellas tiene una idea parecida de su experiencia: lo más fácil que fue interpretar el papel de una misma ante una cámara y, a la vez, resultó incluso intimidante mostrar lo que Lindbergh les pedía, exponer realmente cómo son.
Solo una de las 15 protagonistas —hay más que meses porque divide estos en varias partes— desencaja con su profesión: Anastasia Ignatova, una profesora de Teoría Política en la Moscow State University of International Relations. Peter Lindbergh la conoció hace un año, le pareció de “una belleza extraordinaria” y entonces le dijo que si llegaba a hacer otro calendario contaría con ella. Cuando Pirelli decidió apostar por tercera vez por el fotógrafo (el único en conseguirlo), para él fue más importante mantener su palabra que decepcionar a alguien por no ajustarse al tema general.
“Es un calendario sobre la sensibilidad, emotivo y eso no significa cuerpos perfectos”, resume Lindbergh. Es más, su concepto de la belleza dista, y mucho, del que existe actualmente en la industria de la moda. “No me gustan los cuerpos de las modelos. Desde hace unos años muchas de las maniquíes de pasarela ya no tienen ni pechos, todas se parecen. Y para mí eso es lo contrario a la personalidad”, asegura quien también rehúye de retocar digitalmente a los protagonistas de sus fotografías.
¿Es Peter Lindbergh feminista? “No, simplemente me gustan más las mujeres que a las firmas de moda”, responde rápido, como si rehuyera de un calificativo aún con connotaciones negativas para muchos. “Es un acto de rebelión”, dirá más tarde. Tras el Calendario Pirelli 2016, fotografiado por Annie Leibovitz, la reconocida firma de neumáticos ha vuelto a sacar a relucir el talento en vez de los atributos femeninos.