Por cada modelo existe una razón diferente para sentir la curiosidad y las ganas al momento de iniciarse en este ámbito.
En mi caso fueron mis padres quienes lo sugirieron como una actividad extra, apoyándome y creyendo en las cualidades que poseo.
Confieso que al principio estaba un poco predispuesta porque no sabía que cosas esperar, de modo que creé una coraza a mi alrededor para protegerme.
Hoy por hoy, y con sólo dos años graduada como Modelo Profesional, considero que esta ha sido una de las oportunidades más grandiosas que me ha regalado la vida y que me ha ayudado a crecer como persona, a proyectarme profesionalmente y creer en mí, valorarme, corregir mi dirección.
La gente con la que he compartido en este corto tiempo me ha dado lecciones de vida que nunca olvidaré y de por vida estaré agradecida por permitirme mantenerme en contacto con los medios (prensa, radio y televisión), hecho que me servirá en mi formación académica como futura Comunicadora Social.
Cualquiera puede alcanzar el éxito si se lo propone, de modo que invito a todas aquellas muchachas, que quizás tienen un concepto errado del modelaje, como el que yo tuve, a que se animen y se den a conocer. Nada pierden con intentarlo.
Shelly López