La desesperación se intensifica en algunos puntos de Piura. Tras la inundación generada por el desborde del río Piura, vecinos de las localidades más alejadas de esta región claman por agua y alimentos, pues han perdido todas sus pertenencias luego de que el desastre golpeara sus vidas.
Según narró el enviado especial de El Comercio en Piura, Enrique Vera, en el camino que lleva al este de Piura desde la capital de la región, siguiendo la ruta del Bajo Piura, la situación es más dramática conforme se avanza por la carretera, que ha colapsado en algunos puntos y ha dejado aisladas a algunas zonas.
Los vecinos de localidades como Pedregal Chico, Pedregal Grande y Pozo de Los Ramos se agolpan al lado de la vía para pedir agua y comida con desesperación. No se trata de saqueos, pero sí se percibe la demanda urgente por cubrir sus necesidades básicas luego de la tragedia.
Los moradores también piden mosquiteros y repelentes, así como medicinas pues hay madres gestantes, niños y ancianos que las requieren.
Mientras se avanza por la carretera, se encuentran pueblos que todavía están inundados y algunos que se encuentran completamente aislados debido a los daños en la carretera, por lo que la única manera de acceder a ellos es a través de canoas. Es el caso de Chato Chico y Chato Grande, donde la gente está pasando hambre y sed, según pudo constatar el enviado especial de El Comercio.
Se trata de pueblos agrícolas, en cuyas viviendas se aprecian algunas cabezas de ganado apostadas en las puertas, ya que los campos de cultivo están inundados. Algunos habitantes duermen en chozas de mimbre, pues en algunos casos no les ha quedado nada, y han improvisado refugios para poder guarecerse de la intemperie.
