Nadal, semifinalista y sufridor
El español se repone de un doble lapsus contra Schwartzman (6-4, 7-5 y 6-2, en 2h 47m) y se medirá al italiano Berrettini el viernes tras una enrevesada noche en la que acabó deshidratado y acalambrado
Nueva York
Distanciada por tres filas de asientos y cinco metros, la pareja
discute. Él le reclama a ella: aquí, aquí mejor. Pero ella niega y
contragolpea: ¿pero acaso no ves que este sitio es mucho mejor? Y así
durante cinco minutos, hasta que la niña ejerce de mediadora y por fin
llega el consenso: ni uno ni otro, los tres a otro lado. Transcurre la
noche en la pista de Nueva York a tirones, porque Rafael Nadal aprieta y
después afloja, y entonces Diego Schwartzman, que tiene tenis a
raudales en la raqueta, aprovecha el doble lapsus para entrar con todo y
meterse de pleno en el partido. Sin mediación esta vez, la buena
fortuna cae finalmente del lado del mallorquín, que abraza las
semifinales de Nueva York (6-4, 7-5 y 6-2, en 2h 47m) y se dirige ya
firme hacia donde las apuestas dicen que va a llegar, la final del
domingo.