A poco de
cumplir 44 años, la sexy cantante arremete contra todos aquellos detractores
que critican su sensual vestuario o que se asombran al verla pasear por la
calle con su joven pareja.
Casper y
Jennifer, siguen unidos pese a algunas críticas.Foto: Getty Images
Aunque ya se
encuentra inmersa en la década de los 40 y atesora por ello un extenso
currículum profesional, la polifacética artista no tiene intención alguna de
disminuir su frenético ritmo de trabajo y asegura que en la actualidad goza de
una "vitalidad" y energía que nunca había experimentado con
anterioridad.
Por eso
mismo, Jennifer Lopez arremete sin
contemplaciones contra todos aquellos detractores que critican sus sensuales
elecciones de vestuario o que se asombran al verla pasear por la calle con su
joven pareja --el bailarín Casper Smart, de 24 años--, ya que Jennifer no
entiende que la razón de tanta hostilidad resida únicamente en el hecho de que
cumplirá 44 años el próximo mes de julio.
"Creo
que las mujeres todavía nos sentimos obligadas a justificar nuestros actos en
función de nuestra edad y eso no es justo para quienes seguimos teniendo la
energía para seguir adelante. Afortunadamente, cada vez más mujeres desafiamos
estas convenciones sociales, y creo que con el tiempo la gente aceptará con
total normalidad el tipo de vida que llevamos mujeres como yo. En la
actualidad, las actrices y cantantes de mayor proyección comercial rondamos los
cuarenta años, y a las generaciones que nos siguen todavía les queda bastante
tiempo hasta que se consoliden. Esta situación es bien diferente a lo que
ocurría hace varios años en Hollywood: a los 28 años ya podías dar tu carrera
por muerta, era una cultura excesivamente obsesionada con la juventud", se
sinceró la diva del Bronx en el diario británico Daily Telegraph.
Uno de los
recientes disgustos que llevan a Jennifer a reivindicar su estilo de vida
reside en la gran polémica que se originó en Reino Unido durante su atrevida
actuación en un programa de televisión. La intérprete salió al escenario del
espacio "Britain's Got Talent" con un llamativo y brillante
traje que dejaba al descubierto sus poderosos muslos y buena parte de su
trasero, un atuendo que generó un torrente de quejas por parte de los espectadores,
pero que la neoyorquina sigue defendiendo con pasión.
"Admito
que el traje con el que me presenté en el escenario era demasiado sexy, pero
simplemente lo escogí porque se adapta muy bien al tipo de cuerpo que tengo. No
me considero una artista especialmente provocadora en comparación con otras
cantantes, y creo que las críticas fueron injustas y excesivas", apuntó.
La
determinación que exhibe la estrella del pop a la hora de expresar sus
convicciones tiene su origen --como ella misma asegura-- en los valores y en la
estricta educación que recibió de sus padres, a quien la intérprete agradece
que le hayan convertido en una mujer que combina "la cabeza fría" de
su progenitor con la espontaneidad de su madre.
"Ni mis
hermanas ni yo teníamos permitido salir por la noche ni pasar demasiado tiempo
en la calle, así que puedo decir que ninguna de nosotras fumó o bebió alcohol
durante nuestra juventud. Me alegro de haberme criado en un ambiente tan
alejado de esas tentaciones, ya que con el tiempo me ha ayudado a discernir
entre aquello que es importante y lo que no. Me siento muy orgullosa de todo lo
que he heredado de mis padres, sobre todo la combinación entre la cabeza fría
que mi padre siempre tenía a la hora de tomar decisiones y el carácter
espontáneo y extrovertido de mi madre", confesó la estrella.