EMPORIO:

domingo, 8 de octubre de 2017

UN ROBOT OPERA EL CÁNCER

El robot que opera en un hospital público

Al Instituto Nacional de Cancerología llegó ‘Da Vinci’, un sistema quirúrgico de alta tecnología que va a ser asequible para todos los pacientes que lo necesiten y no solo para quienes lo puedan pagar.
Cada año miles de cirugías se realizan con la ciencia robótica. En Colombia funcionan alrededor de cinco de estos equipos que son capaces de llevar a cabo complicadas operaciones y hasta ahora habían estado disponibles únicamente para quienes tuvieran la capacidad económica de acceder a ellos. Pero esa es historia pasada. Hoy en día, gracias al esfuerzo del Instituto Nacional de Cancerología (INC), que es un hospital público, pacientes tanto del régimen contributivo como del subsidiado podrán beneficiarse con este sofisticado procedimiento de última tecnología.
Este robot es una buena herramienta para los cirujanos ya que les permite tener mayor acceso a ciertos lugares donde es difícil llegar con el bisturí, así como movimientos más precisos y versátiles. “El robot tiene articulaciones y muñecas que movemos como si fueran los brazos y manos de una persona en miniatura”, explica el urólogo y oncólogo Jorge Forero, quien realizó la primera cirugía robótica en el INC. Otra de las ventajas de esta tecnología es que les permite una visualización en tercera dimensión, con video de alta calidad. “Podemos ver al paciente como si estuviéramos virtualmente dentro él”, afirma Forero y añade que “esa magnificación de la imagen nos ayuda a diferenciar muy bien los tejidos para hacer las disecciones lo más precisas y exactas posibles”.
La forma como funciona es la siguiente: el robot tiene una consola en donde se sienta el cirujano y desde donde puede maniobrar los instrumentos. “El robot reproduce milimétricamente todos los movimientos que hace el cirujano a distancia desde una consola”, explica el oncólogo Jesús Acosta, director científico del INC. “Se llama cirugía asistida por robot porque también hay un monitor externo que le permite al personal de salas estar mirando qué es lo que pasa con el robot”, agrega.
‘Da Vinci’ hace procedimientos mínimamente invasivos y por eso será un gran aliado para los cirujanos oncólogos, quienes no solo cuentan con una herramienta más precisa para llegar a donde necesiten y maniobrar más fácilmente, sino que les permitirá tener mejores resultados clínicos.“Podemos preservar estructuras que no queremos involucrar en las disecciones y esto tiene que ver con el resultado funcional del paciente”, afirma Forero. “Esto es importante para nosotros porque no es solamente tener el control de la enfermedad para preservar la vida del paciente, sino  también procurarle calidad de vida”, dice el urólogo.
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Otro beneficio de la cirugía robótica para los pacientes es que se reduce el riesgo de infección, así como el dolor postoperatorio. También, se minimizan las complicaciones durante la operación, hay menos sangrado, el tiempo de recuperación y de hospitalización es menor y se obtienen mejores resultados estéticos, pues las cicatrices que resultan tras el procedimiento son más pequeñas.
Esta tecnología está aprobada por la Agencia Regulatoria de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) desde el año 2000. En Colombia, la cirugía robótica llegó en 2009 y se ha venido utilizando en diferentes operaciones en contadas instituciones privadas. En el caso del INC, la operación robótica estará disponible en cinco especialidades de cáncer: en cirugía de tórax, de cabeza y cuello, gastrointestinal, urología y ginecología. Se espera, que en lo que queda del año se puedan hacer alrededor de 50 cirugías, pero “cuando el programa esté funcionando a plenitud en las cinco especialidades tendremos alrededor de  200 a 300 cirugías al año”,  explica Acosta,
Se espera que la llegada de esta tecnología a una institución pública tenga un fuerte valor educativo. “Estamos generando conocimiento en técnicas de cirugía mínimamente invasiva y un protocolo de investigación prospectivo sobre el impacto que implica la implementación de esta tecnología, no solo con nuestros pacientes, sino en el sistema de salud desde el punto de vista económico”, concluye Acosta. En este momento, el Instituto Nacional de Cancerología cuenta con 10 cirujanos, dos por cada especialidad, entrenados para operar con ‘Da Vinci’.

CANCER DE RECTO - AVANCES , INVESTIGACIONES

¿Qué avances hay en las investigaciones del cáncer colorrectal?

Siempre hay investigaciones  llevándose a cabo en el área del cáncer colorrectal. Los científicos están buscando las causas y las formas de prevenir el cáncer colorrectal, mejores maneras para detectarlo temprano, así como las formas de mejorar los tratamientos. A continuación se presentan algunos ejemplos de la investigación actual.

Reducción del riesgo de cáncer colorrectal

Muchos estudios buscan identificar las causas del cáncer colorrectal, con la esperanza de utilizar este conocimiento para ayudar a prevenirlo.
Otros estudios analizan si ciertos tipos de dietas, suplementos dietéticos o medicamentos pueden reducir el riesgo de una persona de padecer cáncer colorrectal. Por ejemplo, muchos estudios han demostrado que la aspirina y los analgésicos similares podrían ayudar a reducir el riesgo de cáncer colorrectal, pero estos medicamentos a veces pueden causar efectos secundarios graves. Los investigadores intentan determinar si hay algunos grupos de personas para quienes los beneficios superarían los riesgos.

Pruebas de detección temprana

Los médicos buscan mejores formas de detectar el cáncer colorrectal tempranomediante el mejoramiento de las formas existentes y el estudio de nuevos tipos de pruebas de detección.

Pruebas de laboratorio para predecir riesgo de recurrencia de cáncer

Se han desarrollado pruebas de laboratorio (incluyendo Oncotype Dx® Colon Cancer Assay, ColoPrint®, and ColDx™) para ayudar a predecir qué pacientes tienen un riesgo más alto de que su cáncer colorrectal regrese después del tratamiento. Las pruebas determinan esto mediante el análisis de la actividad de muchos genes diferentes dentro de las células del cáncer colorrectal. Hasta el momento, sin embargo, ninguna de estas pruebas ha demostrado que ayude a predecir qué personas podrían beneficiarse de la quimioterapia u otros tratamientos.

Tratamiento

Los investigadores están buscando constantemente mejores formas de tratar el cáncer colorrectal.

Nuevas técnicas quirúrgicas

Los cirujanos continúan mejorando sus técnicas quirúrgicas para operar los cánceres colorrectales.
Algunas veces cuando el cáncer colorrectal recurre (regresa), se propaga al peritoneo (el revestimiento delgado que cubre la cavidad abdominal y los órganos abdominales). Con frecuencia, estos cánceres son difíciles de tratar. Recientemente, algunos cirujanos han estudiado un procedimiento llamado quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (HIPEC). Primero, se realiza una cirugía para extirpar tanto cáncer como sea posible en el abdomen (vientre). Mientras el paciente se encuentra en el quirófano, la cavidad abdominal es bañada en medicamentos de quimioterapia calientes. Esto permite que la quimioterapia tenga contacto directo con las células cancerosas, y se cree que el calor puede ayudar a que los medicamentos funcionen mejor.
Algunos pacientes están viviendo más tiempo con este tipo de tratamiento, pero se necesitan más estudios para determinar a qué pacientes puede beneficiar. Además, se necesitan enfermeras y médicos con buena capacitación y equipos especializados para este tipo de tratamiento, de modo que no está disponible en todos los centros de tratamiento. 

Quimioterapia

La quimioterapia es una parte importante del tratamiento para muchas personas con cáncer colorrectal, y los médicos tratan constantemente de que sea más eficaz y más segura. Se han probado diferentes métodos en estudios clínicos, incluyendo:
  • Probar nuevos medicamentos de quimioterapia (como el trifluridina y el tipiracil) o medicamentos que ya se estaban usando contra otros cánceres (como el cisplatino o la gemcitabina)
  • Buscar nuevas maneras de combinar los medicamentos que ya se sabe presentan actividad contra el cáncer colorrectal, como el irinotecán o el oxaliplatino, a fin de aumentar su eficacia
  • Estudiar mejores maneras de combinar la quimioterapia con la radioterapia, las terapias dirigidas y/o con la inmunoterapia

Terapia dirigida

Los medicamentos de terapia dirigida funcionan de distinta manera que los medicamentos de la quimioterapia convencional, ya que afectan partes específicas de las células cancerosas que las diferencian de las células normales. Varios medicamentos de terapia dirigida ya se han usado para tratar el cáncer colorrectal. Los médicos continúan estudiando la mejor manera de administrar estos medicamentos para que sean más eficaces. También continúan la búsqueda de nuevos medicamentos de terapia dirigida.
Las terapias dirigidas actualmente se usan para tratar los cánceres colorrectales avanzados, aunque los estudios más recientes están evaluando el uso de estas terapias junto con quimioterapia en cánceres que se encuentran en etapas más iniciales como parte de la terapia adyuvante para ver si pueden reducir aún más el riesgo de recurrencia (regreso de cáncer).

Inmunoterapia

Un área interesante de investigación es el campo de la inmunoterapia, un tratamiento que utiliza el propio sistema inmunitario para combatir el cáncer.
Inhibidores de puestos de control inmunitarios: una parte importante del sistema inmunitario es su capacidad de distinguir entre las células normales en el cuerpo y aquellas que identifica como “extranjeras”. Esto permite que el sistema inmunitario ataque a las células extranjeras dejando solamente las células normales. Para ello, utilizan proteínas de puestos de control en ciertas células inmunitarias. Estas proteínas actúan como interruptores que necesitan ser activados (o desactivados) para iniciar una respuesta inmunitaria. Las células cancerosas a veces utilizan estos puestos de control para evitar ser atacadas por el sistema inmunitario.  

Los nuevos medicamentos que atacan a las proteínas de puestos de control como PD-1 tienen un futuro prometedor como tratamientos contra el cáncer. Las células del cáncer colorrectal que tienen cambios genéticos específicos, tales como altos niveles de inestabilidad de microsatélites (MSI-H) o cambios en uno de los genes de reparación de discordancias (MMR), suelen tener muchos otros cambios que las hacen diferentes de las células colorrectales normales. Esto puede hacerlas más visibles al sistema inmunitario. Los cánceres con estos cambios podrían ser tratados con medicamentos anti-PD-1, como pembrolizumab (Keytruda) o nivolumab (Opdivo). 
Vacunas contra el cáncer: los investigadores estudian varias vacunas para tratar el cáncer colorrectal o prevenir que regrese después del tratamiento. Contrario a las vacunas que previenen las enfermedades infecciosas, estas vacunas tienen el fin de reforzar el sistema inmunitario de la persona para combatir al cáncer colorrectal con más eficacia.
Se están estudiando muchos tipos de vacunas. Por ejemplo, algunas vacunas son creadas a partir de células del sistema inmunitario (llamadas células dendríticas) extraídas de la sangre del paciente que luego son llevadas al laboratorio donde se las expone a una sustancia que provocará que ataquen a las células cancerosas cuando sean regresadas al cuerpo del paciente.  Hasta el momento, estos tipos de vacunas sólo están disponibles en estudios clínicos.

TODO SOBRE CANCER DE SENO

¿Qué hay de nuevo en las investigaciones del cáncer de seno?

En diversos países del mundo, los investigadores se están esforzando para encontrar mejores maneras de prevenir, detectar y tratar el cáncer de seno, y para mejorar la calidad de vida de pacientes y sobrevivientes de esta enfermedad.
Se están llevando a cabo investigaciones sobre el cáncer de seno en muchos centros médicos en todo el mundo. Algunas de las muchas áreas activas de investigación incluyen:
  • Las causas del cáncer de seno
  • Reducción del riesgo de padecer cáncer de seno
  • Cómo tratar el carcinoma ductal in situ (DCIS)
  • Nuevas pruebas de laboratorio para el cáncer de seno
  • Nuevos estudios por imágenes para el cáncer de seno
  • Tratamientos del cáncer de seno

Causas del cáncer de seno

Se siguen realizando estudios para descubrir factores y hábitos, así como genes hereditarios, que afectan el riesgo de padecer cáncer de seno. A continuación le presentamos algunos ejemplos:
  • Varios estudios están evaluando los efectos del ejercicio, el aumento o la pérdida de peso y la alimentación en el riesgo de padecer cáncer de seno.
  • Los estudios sobre el mejor uso de las pruebas genéticas para detectar las mutaciones del BRCA1 y del BRCA2 continúan a ritmo acelerado.
  • Los científicos están explorando cómo variaciones genéticas comunes (pequeños cambios en los genes que no son tan importantes como las mutaciones) pueden afectar el riesgo de padecer cáncer de seno. Por lo general, las variantes genéticas tienen sólo un efecto modesto en el riesgo, pero al juntarse pueden potencialmente influir de gran manera.
  • En los últimos años, las causas potenciales de cáncer de seno en el medio ambiente también han recibido más atención. Aunque mucha de la ciencia en este tópico aún está en sus etapas más iniciales, ésta es un área de investigación activa.
  • Actualmente se está realizando un estudio abarcador y a largo plazo, financiado por el National Institute of Environmental Health Sciences (NIEHS), para ayudar a encontrar las causas del cáncer de seno. En el estudio, conocido como “El Estudio de Hermanas” (Sister Study), se han inscrito 50,000 mujeres que tienen hermanas con cáncer de seno. Este estudio les dará seguimiento a estas mujeres por lo menos durante 10 años y recopilará información sobre los genes, el estilo de vida y los factores ambientales que pudieran causar cáncer de seno. Una rama de “El Estudio de Hermanas”, llamada “El Estudio de Dos Hermanas”, está diseñada para buscar las posibles causas de la aparición temprana del cáncer de seno. Para más información sobre estos estudios  llame al 1-877-4-SISTER (1-877-474-7837) o visite la página en Internet www.sisterstudy.org.

Reducción del riesgo de padecer cáncer de seno

Los investigadores siguen evaluando medicamentos que podrían ayudar a reducir el riesgo de cáncer de seno, especialmente en las mujeres que están en alto riesgo.
  • Por lo general, los medicamentos de terapia hormonal se utilizan para tratar el cáncer de seno, pero algunos también pueden ayudar a prevenirlo. Se han aprobado dos medicamentos, el tamoxifeno y el raloxifeno, para este propósito, aunque las preocupaciones sobre efectos secundarios han limitado su uso. También se están estudiando los inhibidores de la aromatasa, como exemestano, anastrozol, y letrozol,  para reducir el riesgo de cáncer de seno.
  • También se estudian muchos otros medicamentos para ayudar a reducir el riesgo de padecer cáncer de seno.
  • Otros estudios clínicos están investigando la reducción del cáncer de seno como un efecto inesperado de los efectos de los medicamentos usados por otras razones. Algunos medicamentos de interés son los bifosfonatos (medicamentos para la osteoporosis), los inhibidores COX-2, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y las estatinas (usados para reducir el colesterol).
  • También se están estudiando suplementos dietéticos para saber si pueden reducir el riesgo de cáncer de seno, incluyendo ácido linoleico, folato, ácidos grasos omega-3 y vitaminas B6 y D. Aunque algunos de los estudios de estos suplementos realizados en humanos han finalizado, hasta la fecha se ha publicado muy poca información sobre este asunto en la literatura médica disponible.
Este tipo de investigación toma muchos años. Es probable que transcurra un tiempo considerable antes de que estén disponibles los resultados importantes de los estudios que se realizan con estos compuestos.

Cómo tratar el DCIS

En el carcinoma ductal in situ (DCIS), las células anormales se encuentran sólo en las capas superiores de las células en los conductos dentro del seno y no han invadido a las capas más profundas. En algunas mujeres, el DCIS se convierte en cáncer de seno invasivo o algunas veces un área del DICS contiene cáncer invasivo. Sin embargo, en algunas mujeres, las células solo se mantienen dentro de los conductos y nunca invaden más profundamente ni se propagan a los ganglios linfáticos o a otros órganos. La incertidumbre sobre cómo se comportará el DCIS puede hacer difícil la selección de los mejores tratamientos. Se están realizando investigaciones para identificar maneras de asistir con estos retos.
Los investigadores están estudiando el uso de computadoras y métodos estadísticos para calcular las probabilidades de que un DCIS en una mujer se convierta en invasivo. Otro método consiste en proveer asistencia para tomar decisiones. Se formulan preguntas a la mujer con DCIS para ayudarla a decidir qué factores (tales como supervivencia, prevención de recurrencia, y efectos secundarios) considera más importantes para escoger un tratamiento.
Otra reciente área de investigación y debate entre los especialistas del cáncer de seno consiste en si se debe cambiar el nombre del DCIS a uno que enfatice que este no es un cáncer invasivo para ayudar a algunas mujeres a evitar un tratamiento demasiado agresivo.

Nuevas pruebas de laboratorio

Pruebas para detectar células tumorales circulantes (CTC)

Es posible que en muchas mujeres con cáncer de seno algunas células se separen del tumor e ingresen a la sangre, según lo han reportado los investigadores. Estas células tumorales circulantes se pueden detectar con pruebas de laboratorio sensibles. Aunque estas pruebas pueden ayudar a predecir qué pacientes pueden tener cáncer de seno que se ha propagado fuera del seno (enfermedad metastásica), no está claro que el uso de estas pruebas puede indicar si el cáncer volverá después del tratamiento (recurrencia) o ayudará a las pacientes a vivir por más tiempo.

Estudios por imágenes más recientes

Actualmente se están estudiando métodos por imágenes más nuevos para evaluar cambios en los senos que puedan ser cáncer.

Gammagrafía mamaria (imaginología molecular del seno)

En este estudio, se inyecta en una vena un trazador ligeramente radiactivo que se une a las células del cáncer de seno, y luego se utiliza una cámara especial para detectarlas.
Esta técnica sigue siendo estudiada para determinar si puede ser útil en la búsqueda de cánceres de seno. Algunos médicos creen que puede ser útil para observar áreas sospechosas encontradas en los mamogramas convencionales, aunque su función exacta aún no está clara. La investigación actual está dirigida a mejorar la tecnología y evaluar su uso en situaciones específicas, tales como en caso de senos densos en mujeres más jóvenes.

Tratamiento

Cirugía oncoplástica

La cirugía con conservación del seno (tumorectomía o mastectomía parcial) a menudo se puede usar para los cánceres de seno en etapas tempranas. Sin embargo, los senos pueden quedar con tamaños o formas diferentes en algunas mujeres. Si el tumor es más grande, puede que ni siquiera sea posible, y que se necesite una mastectomía en lugar de la cirugía con conservación del seno. Algunos médicos resuelven este problema mediante la combinación de cirugía del cáncer y técnicas de cirugía plástica, lo que se conoce como cirugía oncoplástica. Normalmente se trata de moldear de nuevo el seno cuando se hace la cirugía inicial, tal como hacer una reconstrucción parcial del seno después de cirugía con conservación del seno o una reconstrucción total después de la mastectomía. La cirugía oncoplástica puede conllevar que haya que operar el otro seno para que ambos senos sean más parecidos.

Medicamentos de terapia dirigida

Las terapias dirigidas son un grupo de medicamentos que ejercen su acción específicamente en los cambios genéticos de las células cancerosas que les ayudan a crecer o a propagarse. Se están estudiando nuevas terapias dirigidas para combatir el cáncer de seno, incluyendo:
Inhibidores de PARP: estos medicamentos muy probablemente sean útiles contra los cánceres causados por mutaciones BRCA, y han demostrado ser algo prometedores en el tratamiento de algunos tipos de cáncer de seno. Se están realizando estudios adicionales para determinar cuándo estos medicamentos podrían ser más útiles.
Medicamentos contra la angiogénesis: para que los cánceres crezcan, los vasos sanguíneos tienen que desarrollarse para nutrir a las células cancerosas. Este proceso se llama angiogénesis. Es posible que el bloqueo de la angiogénesis resulte útil en el tratamiento del cáncer de seno. Se están probando varios medicamentos anti-angiogénesis en estudios clínicos.
Otros medicamentos de terapia dirigida: en los últimos años, se han identificado otros objetivos potenciales de nuevos medicamentos contra el cáncer de seno. Actualmente se están estudiando medicamentos basados en estos objetivos, pero la mayoría aún se encuentra en fases iniciales de estudios clínicos. Hay un interés especial en la investigación de medicamentos de terapia dirigida para tratar cánceres de seno triple negativos.

Tratamientos dirigidos a los huesos

Cuando el cáncer de seno se propaga, con frecuencia pasa primero a los huesos. Algunos medicamentos pueden ayudar a tratar la propagación del cáncer a los huesos y podrían incluso ayudar a evitarla. Los estudios están evaluando si alguno de estos medicamentos podría ayudar a que otros tratamientos del cáncer funcionan mejor.
Los investigadores están buscando nuevos medicamentos para tratar el cáncer de seno que se ha propagado a los huesos. También están buscando formas de identificar y atacar los marcadores que afectan el recambio óseo.

Efectos secundarios del tratamiento

Los efectos secundarios tardíos y a largo plazo de los diferentes tipos de tratamiento contra el cáncer de seno son otra área de investigación activa. Los estudios están investigando cuáles son los efectos secundarios, y cómo atenderlos.
 
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.
Last Medical Review: September 25, 2014 Last Revised: May 24, 2016
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VENCER AL CANCER CON AYUNO

La ciencia explora el valor del ayuno para luchar contra el cáncer

Investigadores en envejecimiento y oncología exploran los beneficios de dejar de comer durante uno o más días

Un cocinero en Londres prepara platos de ramadán, un tipo de ayuno.
Un cocinero en Londres prepara platos de ramadán, un tipo de ayuno. GETTY
El mayo pasado, 20 jóvenes sanos, incluidos varios científicos, llegaron a un instituto de investigación en Madrid dispuestos a pasar un día y medio sin comer. Justo antes les habían hecho un análisis de sangre y, 36 horas después, les hicieron otro para asegurarse de que no hubieran tomado algo a escondidas. El objetivo era desvelar los mecanismos moleculares detrás del ayuno y sus beneficios para la salud, especialmente como posible arma contra el cáncer.
El ayuno durante días o semanas, con solo agua o prescindiendo solo de alguna clase de alimentos, o limitando las horas del día en las que se puede comer, es una práctica casi universal entre las religiones mayoritarias. Algunas le atribuyen cualidades regeneradoras. Desde un punto de vista científico, el ayuno parece aportar longevidad y una mejor salud en estudios con animales y no requiere tantas penalidades como la restricción calórica. Y parece que algunos de los beneficios más rápidos y patentes los obtienen los animales con tumores
Cuando alguien deja de comer uno o más días, su metabolismo cambia de marcha ante el estrés. La proliferación celular se ralentiza, se activa el proceso de autofagia en la que el organismo elimina células viejas o defectuosas y, en general, comienza a alimentarse de sus propias reservas de energía. Por el momento, se ignora cómo y por qué esta práctica parece ser beneficiosa para la salud.
Los ratones con cáncer tratados con quimioterapia y sometidos a ayuno responden mejor al tratamiento y se recuperen antes de los efectos secundarios
El equipo de Valter Longo, en la Universidad del Sur de California, es uno de los más avanzados en la investigación del ayuno, tanto en personas sanas como enfermas. Sus experimentos han demostrado que un ayuno de uno o más días hace que los ratones con cáncer tratados con quimioterapia respondan mejor al tratamiento y se recuperen antes de los efectos secundarios.
Pasar varios días sin comer de forma periódica (no hay una definición unificada del ayuno en términos científicos), sería una prueba demasiado dura para muchas personas. Por eso Longo ha desarrollado una dieta baja en calorías que imita los efectos del ayuno sin dejar de comer. Cuando les da esta dieta a ratones con cáncer de mama y de piel, su sistema inmune parece despertar del letargo y comienza a reconocer y aniquilar a las células tumorales, algo que no sucede en los roedores bien alimentados. Según Longo, el ayuno tiene un efecto “rejuvenecedor” sobre el organismo, tanto en animales como en humanos. “En un estudio piloto con voluntarios sanos vimos que la dieta que imita al ayuno redujo los indicadores de riesgo cardiovascular, los niveles de glucosa [factor de riesgo de diabetes] y los de IGF-1, un potencial marcador de cáncer, además de eliminar la grasa abdominal”, explica el investigador. La dieta en cuestión tiene un 60% menos calorías que la dieta normal de cada individuo. En el ensayo, los voluntarios siguieron esta dieta durante cinco días, luego volvieron a comer normal durante otras tres semanas y después repitieron el mismo ciclo otras dos veces.
En el Centro de Nacional de Investigaciones Oncológicas, en Madrid, el equipo de Manuel Serrano ha desvelado uno de los posibles responsables de los beneficios del ayuno en el cáncer. Hasta hace poco, la investigación en este campo se había centrado en la restricción calórica, mucho más radical y difícil de mantener. “La restricción calórica tiene efectos indeseables, se pasa hambre constantemente, la libido es casi cero y se reduce la vida social, pues muchas veces esta sucede en torno a la comida”, explica Serrano. En este sentido, el ayuno y la imitación de sus efectos con dietas bajas en calorías o con fármacos puede ser mucho más viable, especialmente en el contexto del cáncer.
El ayuno puede producir dolores de cabeza o estrés y nunca debe realizarse sin la supervisión de un médico
En un experimento reciente, su equipo demostró que los ratones a los que se les quita toda la comida durante un día o dos les sube la expresión del gen P21, un importante supresor tumoral. En el ensayo con voluntarios con el que comenzaba esta historia, realizado en el Instituto Imdea Alimentación y cuyos resultados van a publicarse en una revista científica próximamente, según Serrano, se ha demostrado que lo mismo pasa en humanos.
“Hemos visto que los niveles de P21 aumentan con el ayuno y que vuelven a bajar en cuanto comes”, explica Pablo Fernández-Marcos, un coautor del estudio que decidió sumarse al grupo experimental y probar la falta de alimentos en sus propias carnes. “Ninguno de los participantes tuvo ningún problema, aunque en algunos casos el ayuno puede producir dolores de cabeza o estrés”, explica.
El investigador razona la conexión entre el gen estudiado y los efectos beneficiosos en cáncer. “P21 detiene la proliferación celular especialmente en órganos como el pelo, el intestino, la médula ósea, que son algunos de los más afectados por la quimio”, explica. Ahora el equipo se plantea investigar si P21 es la causa de los beneficios observados y no una mera reacción colateral.
Una de las vías de investigación es buscar moléculas que activen alguna de las “vías metabólicas” que se ponen en marcha con el ayuno, como “la bajada de la insulina o la de los cuerpos cetónicos que transforman la grasa almacenada en energía para el cerebro”, señala Fernández-Marcos. En un futuro, este tipo de fármacos se podrían aplicar a la población sana, pero primero llegarán a los enfermos de cáncer porque “es más sencillo dado que los efectos observados son muy rápidos”, opina.
El equipo de Longo está realizando nuevos ensayos con personas sanas y otras con cáncer y su dieta que imita el ayuno para confirmar si realmente es beneficiosa. Muchas de sus investigaciones han sido financiadas por organismos públicos como los Institutos Nacionales de Salud. Su trabajo no está exento de polémica, porque el científico nunca desvela la composición exacta de su dieta en sus estudios. En cambio sí ha decidido comercializarla
Aún no sabemos si el ayuno tiene efectos de adaptación metabólica, sencillamente los datos aún no están ahí"
El investigador advierte que nadie debe intentar el ayuno sin la supervisión de un médico, pero su dieta, Prolon, a base de barritas energéticas, zumos y otros alimentos empaquetados, se vende por internet en EE UU, Australia, Italia y, a través de este país, podría adquirirse en España, asegura el bioquímico italoamericano. El investigador puso en marcha este proyecto hace un año. Dice que, con los datos del estudio piloto, y los que tiene por publicar, es “muy razonable comercializar esta dieta”, y asegura que donará los beneficios que obtenga con su empresa L-Nutra a una ONG.
Los expertos consultados envían un mensaje de esperanza en el potencial del ayuno, pero también una nota de cautela ante dietas milagrosas. “Todos los datos disponibles en modelos experimentales, incluyendo primates, avalan estas intervenciones nutricionales”, opina Carlos López-Otín, investigador especialista en envejecimiento de la Universidad de Oviedo. Pero añade que “los estudios en humanos son muy preliminares y en algunos casos, indirectos, lo cual invita a la prudencia máxima”, añade.
José Ordovás, experto en nutrición y genómica en el Imdea Nutrición y en la Universidad Tufts (EE UU), opina que “es probable que una dieta rica en productos derivados de plantas, frutas y vegetales, consiga efectos similares” a la de Longo. “Mi preocupación es que en ningún momento comparan su dieta con una dieta que cualquiera puede uno prepararse en casa, en lugar de comprarla prefabricada en bolsas de plástico o aluminio en forma de sopas o barritas nutricionales”, añade. Además, el investigador resalta que “ninguno de los artículos [de Longo] describe en qué consiste esta dieta y solamente habla de ingredientes "propietarios", lo que “no es consistente con el hecho de que una buena parte de esta investigación ha sido llevada a cabo con fondos públicos, y por lo tanto los descubrimientos y los beneficios deberían ser públicos”, añade.
Luigi Fontana, investigador de la Universidad de Brescia (Italia) y de la de Washington en San Luis (EE UU), es otro de los líderes en la investigación del ayuno en humanos. Hace algunos años firmó varios artículos junto a Longo describiendo el potencial del ayuno para la salud, pero ahora dice que “no quiere comentar los estudios de su colega”. Él también ha diseñado un tipo de ayuno simulado y abierto al público: durante dos o tres días, comer solo vegetales, tantos como se desee, y una cucharada de aceite de oliva por comida. En un ensayo clínico de seis meses cuyos datos se publicarán próximamente, su equipo ha observado pérdidas de peso muy significativas, de hasta “16 kilos en seis meses”, con esta dieta, asegura.
El investigador advierte de que aún no hay datos fiables en humanos que permitan respaldar algunas de las afirmaciones de Longo y sus dietas comerciales. “Aún no sabemos si el ayuno tiene efectos de adaptación metabólica, sencillamente los datos aún no están ahí y los ratones no son humanos”, comenta. Fontana tampoco cree que se puedan encontrar “dos o tres píldoras” que puedan “engañar al cuerpo” y aportar los beneficios en la longevidad y la salud observados con el ayuno. En su opinión, la única forma contrastada de lograr beneficios reales es clásica: estilo de vida saludable y ejercicio. “A la gente le gustan los atajos, pero nadie puede convertirse en cinturón negro de kárate con unos pocos trucos”, resalta.