El arte es uno de los principales ganchos del turismo. Museos de todas las épocas, galerías de arte especializadas o edificios pintorescos conforman la amplia oferta que, especialmente las grandes capitales, ofrecen a los inquietos viajeros, siendo la pintura uno de los recursos más extendidos. Vamos a conocer las pinturas más famosas del mundo, viajando hasta su ubicación en los museos más importantes del mundo.
La Mona Lisa, de Leonardo Da Vinci
El cuadro más famoso del mundo reside en el Louvre de París, por donde pasan 6 millones de turistas cada año, aunque la procedencia del mismo se remonta a la Florencia renacentista, concretamente desde 1503 a 1519, año de la muerte de Leonardo Da Vinci. También conocido como La Gioconda, este cuadro ha suscitado numerosas teorías acerca de su trasfondo, del tesoro escondido tras esa sonrisa apacible, e incluso de su sexo e identidad. Y si bien sus dimensiones decepcionan en persona, nadie puede negarle su condición de obra icónica indiscutible.
PUBLICIDAD
La Noche Estrellada, de Vincent Van Gogh
Van Gogh obedece al típico dicho de "el reconocimiento de los pintores tras su muerte" y prueba de ello es su único cuadro vendido en vida. Pobre, excéntrico y enfermo, el pintor holandés concibió este post impresionista Starry Night desde la ventana de un sanatorio de Saint Remy en 1889, si bien una versión más realista del mismo fue concebido un año antes en Arles. Aunque el Museo Van Gogh reside en Amsterdam, su mayor obra forma parte del MoMA neoyorquino. Un deleite para los sentidos en el que el cielo fusiona la noche y el día, emanando formas utópicas y una energía electrizante.
PUBLICIDAD
El Grito, de Edvard Munch
La obra más famosa del pintor noruego Edvard Munch fue concebida en 1893, y aunque mantiene numerosas cualidades como la obra de Van Gogh, está fue reconocida en vida del autor. La creación del lienzo coincidió con la hospitalización de la hermana de Munch aunque la sensación de ansiedad que inspira el cuadro obedece a un extraño fenómeno que convierte el cielo noruego de un color rojo que, tal como describía el diario de Munch, le provocaba pánico y ansiedad. La ambientación pertenece a la calle Valhallveien de Oslo, y la obra puede encontrarse en la National Gallery de la capital noruega.
PUBLICIDAD
Las Dos Fridas, de Frida Kahlo
Una de las mejores representaciones de la pintura latinoamericana recae en la mexicana Frida Kahlo, mujer pasional y carismática donde las haya, que concibió en sus obras un sufrimiento en primera persona combinada con el surrealismo y los motivos nativos. Su divorcio del también famoso pintor Diego Rivera concibió este autorretrato que simboliza dos versiones de sí misma: un perfil derecho que inspira tradición y amor (corazón entero) mientras que el izquierdo simboliza el cambio hacia nuevas culturas, mientras el corazón agoniza. Concebido en 1939, la obra se expone en el Museo de Arte Moderno de Ciudad de Mexico.
PUBLICIDAD
Guernica, de Pablo Picasso
Siguiendo con sufrimientos, la obra que aquí nos ocupa atrapa los suspiros de la Guerra Civil Española, concretamente del pueblo vasco de Guernica, plasmados por el malagueño Pablo Picasso en 1937. La obra es un puzzle de infinitas interpretaciones en la que tienen cabida iconos españoles como el toro o la agonía reflejada en esa mujer que implora al cielo o a los guerreros caídos. Tras permanecer en el MOMA neoyorquino durante la dictadura franquista, el cuadro pasó a formar parte del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en las inmediaciones de Atocha, Madrid, desde 1992.
PUBLICIDAD
La Persistencia de la Memoria, de Salvador Dalí
Una simbología precisa convierten la antología del catalán Salvador Dalí en una de las más oníricas y famosas del mundo. Sin embargo, escogemos esta Persistencia de la Memoria como la más icónica del autor y posiblemente la pintura surrealista más famosa del mundo. El fondo recuerda al natal Port Lligat del autor mientras sus míticos relojes fundidos reflejan la pérdida del tiempo durante el sueño y la exclusiva continuidad de los recuerdos. La obra se expone actualmente en el MoMa de New York, si bien el principal museo podemos encontrarlo en el Teatro-Museo Dalí en Figueres, Cataluña.
PUBLICIDAD
La Creación de Adán, de Miguel Ángel
Si bien sus dimensiones se escapan a las medidas de un cuadro convencional, el fresco más famoso del mundo se extiende en el techo de la Capilla Sixtina del Vaticano. Tras una exhaustiva contemplación del entorno para concebir su obra, Miguel Ángel tomó los cuarenta metros de la cúpula para plasmar su visión de la creación del primer hombre, Adán, por un Dios anciano y barbudo, según los cánones católicos. El resultado quita el aliento.
Las principales pinturas del mundo, tras un largo recorrido por numerosas galerías y mecenas, suelen residir en sus países de origen. Un modo de rendir tributo a artistas de todos los estilos y épocas, cuyo trasfondo aún es analizado por expertos del arte. Verdaderos cebos para los turistas de todo el mundo, esperamos contar con la presencia de futuras obras y la inmortalidad de las aquí expuestas.
¿Cuál es tu pintura favorita? ¿Y cuál de todos los museos del mundo fue el que más disfrutaste?
No hay comentarios:
Publicar un comentario