El estremecedor relato de una ucraniana violada por soldados rusos: "No tengo más ganas de vivir"
El testimonio de Elena expone la utilización de la violación como "arma de guerra" por parte de las tropas de Rusia denunciada por varias oenegés de derechos humanos.
Una mujer ucraniana denunció haber sido violada por soldados del ejército ruso como castigo por ser "esposa de un militar ucraniano", poco antes de huir del sureste de Ucrania asediado por los rusos para reencontrarse con sus hijos en la ciudad de Vinnytsia, en el centro del país.
"No tengo más ganas de vivir". El testimonio de la mujer -cuya identidad se resguarda bajo el pseudónimo Elena- muestra uno de los costados más crudos de la guerra de Ucrania: el uso de la violación como "arma de guerra" contra la población civil, algo denunciado por varias oenegés de derechos humanos.
El crudo relato de la ucraniana: "Me doy asco"
Elena relató que se quedó sola en su casa de la región sureña de Jersón, en primera línea ante el avance de los rusos, con el fin de trasladar sus pertenencias previo al abandono definitivo de la ciudad a causa de la guerra. Fue la última de la familia, dado que su marido, que combate desde hace dos años a los separatistas prorrusos en el Donbás, fue enviado al frente de batalla.
"Hacia las 15 fui a un almacén. Mientras hacía la fila, entraron militares rusos y empezaron a discutir con los clientes", contó Elena, entrevistada por AFP en la ciudad de Zaporiyia. "No entendía de qué hablaban, pero me di cuenta que uno de los habitantes me señalaba con el dedo diciendo 'es una banderovka'", agregó, en referencia al ucraniano Stepan Bandera, quien colaboró con la Alemania nazi contra la Unión Soviética.
"'Es por gente como ella que estalló esta guerra. Es la mujer de un militar", agregó el soldado, según el relato de la mujer, y continuó: "Vi que me observaban cuando salí rápidamente de la tienda. Apenas alcancé a llegar a casa cuando los dos soldados rusos entraron por la puerta detrás de mí. No tuve tiempo de tomar el teléfono para pedir ayuda ni de hacer nada".
En su estremecedor relato, entre lágrimas Elena describió que los militares la empujaron sobre la cama, le colocaron una ametralladora encima, la desvistieron y la violaron hasta que se fueron al momento de tener que regresar a montar guardia. "Casi no hablaban, además de tratarme a veces de 'banderovka' o decirse entre ellos 'es tu turno'", contó la mujer.
Elena dice que no habló con nadie aún, ni siquiera con un médico o un psicólogo, y menos aún con su marido. "Soy partera, me hice las primeras curaciones yo misma", explicó, y dijo que se ocupará de su situación una vez que se reencuentre con sus hijos. Al ser consultada sobre su estado físico y psicológico, comienza a llorar nuevamente: "Me doy asco. No tengo más ganas de vivir"
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El uso de la violación como arma de guerra en Ucrania
"Militares rusos cometieron violencias sexuales contra mujeres y hombres ucranianos, contra niños y personas mayores", afirmó en una declaración difundida esta semana la fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, quien insistió en la necesidad de juntar pruebas a pesar del nivel de dificultad dada la conmoción por la guerra y la interrupción de la conectividad.
Respecto a las denuncias, la filial ucraniana de la oenegé de derechos de las mujeres, La Strada, recibió hasta el momento "llamados concernientes a siete casos de violación de mujeres y niños ucranianos por parte de ocupantes rusos", declaró la responsable de la organización, Aliona Kryvuliak.
Kryvuliak estimó que "puede haber cientos, incluso miles, de mujeres y jóvenes violadas", y cree que habrá cifras mucho más altas cuando comience a disiparse la conmoción de las víctimas. El primer llamado, el 4 de marzo, desde Jersón, hablaba de "la violación colectiva de una madre y su hija de 17 años por parte de tres hombres". Los otros casos fueron señalados en la región de Kiev "luego del 12 de marzo", señala.
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